Totalmente de acuerdo con vosotros. Mi primera hija nació en casa con una comadrona que yo elegí y que me inspiraba confianza, entre otras cosas.Mi segundo hijo,por motivos diversos, decidimos tenerlo en una casa de partos,y por circunstancias me tocó el dia del parto con una comadrona con la que no solo no existía filing, sinó con la que ya había habido roces.Esto yo lo comuniqué pero se le restó importancia y la conclusión es que mi hijo no salía y acabó naciendo en el hospital, gracias a una preciosa comadrona que me inspiró ternura en tan solo 5 minutos.