RJ, hablar de datos estadísticos acerca de la Epidural y del dolor, me permitirás que afirme que es, cuanto menos, tendencioso.
Tendencioso porque cada mujer tiene unas aspiraciones, unas percepciones subjetivas de dolor y un umbral de dolor. Corrígeme si me equivoco pero hasta el momento si hay algo que no se puede cuantizar médicamente es el dolor que está soportando una persona.
Tendencioso porque cómo y cuánto dolerá un parto no depende exclusivamente del proceso de dilatación o del expulsivo, del proceso fisiológico en sí, sino de las circunstancias que rodean a esas fases del parto. Me refiero a la posibilidad de moverse, de adoptar la postura más cómoda y por tanto en la que menos dolor se sienta, de poder cubrir necesidades corporales como ingesta parcial de alimentos o la propia sed...
Tendencioso porque tampoco se ha demostrador que realmente sea una analgesia indicada para el parto, y lo más importante inocua. Al margen de su efectividad, que en boca de las mujeres a las que se les ha administrado, parece ser mucha; no has comentado ninguna de las desventajas de tenerla administrada, ni un sólo de los peligros a los que se enfrenta una mujer y su bebé, de parto.
Otras mujeres han comentado que una caricia de su pareja o una frase de ánimo del asistente al parto ha generado una disminución del dolor, que nada tiene que ver con la desconexión del proceso que estás viviendo, que propicia esta analgesia.
Es cierto que el parto duele, y puede llegar a doler mucho, pero también es cierto que el cuerpo tiene su mecanismo hormonal de recompensa, y que si puenteas químicamente y artificialmente lo uno, también te quedas sin lo otro.
Evidentemente y afortunadamente, TÚ DECIDES. Lo lamentable es que la mayor parte de la gente lo hace sin TODA LA INFORMACIÓN.
Un saludo,
Adriana