Cada persona puede vivir sus pérdidas de la manera que prefiera, sin ser juzgadas.
Ocurre a menudo que los duelos en esta sociedad -y más aún si son de bebés que han muerto antes de nacer- se ignoran, se quieren tapar, llenar de otras cosas, no se escuchan... Y hay gente que necesita expresar su dolor, para seguir adelante, ir elaborando el duelo y para saber que fue real, que hubo un embarazo, y un bebé con toda una vida por delante que ya recibió y dio tanto amor...
No se quiere oír el dolor, no se acompaña el duelo, no se escucha al que sufre...
Si actos así reconfortan a alguien, se deberían seguir haciendo.