Hace tres años que vi el producto este, y como habéis dicho, la sensación que me produce es...grima. Me hace pensar en la mano de la familia Addams pero con el material con que se hacen los teleñecos.
Por no hablar de la pena que me da el bebé. Qué triste y qué triste. ¿Para qué tienes tener hijos si después lo único que vas a hacer con ellos es darles de comer y cambiarles el pañal? Esto es crianza con desapego.