me soprende leer tu resignación ante una situación absolutamente inadmisible como la de dejar un bebé en una incubadora y cerrar la puerta para no dejar entrar a la madre, lo solo a ratos, cuando convenga al personal. lo que tenemos que hacer es conseguir que respeten los derechos de los bebés a estar acompañados durante su ingreso por sus madres y padres, que las unidades de neonatología abren sus puertas y empiezan a respetar las necesidades básicas de un recién nacido o un niño ingresado. vender estas manos es un NEGOCIO, no te dejes engañar.