Yo respeto a todo el mundo (faltaría más), pero tengo derecho a expresar mi descontento. No creo que en todo el diario, hayas leído un solo improperio (ganas no me han faltado) contra aquellos profesionales, que en cambio si me lo faltaron a mi (llamándome loca, suicida, mala madre, caprichosa o simplemente inventándose estadísticas o mintiéndome). En mi tierra hay un refrán que dice "no la hagas y no la temas". Conozco esa cantinela de que los ginecologos y obstetras de este país están sufriendo una gran cantidad de denuncias. Mi pregunta es, ¿no deberían entonces cuestionarse, que es lo que están haciendo mal?.
Yo solo pedí que me dejaran intentarlo. Para ello aporté todos los estudios y recomendaciones que tenia en mi mano, firmé los consentimientos informados y la renuncia a cesárea electiva. Su respuesta la puedes leer en el capitulo 4.
Mi hospital tiene una tasa alta de cesáreas gracias en parte a su nuevo jefe de servicio, pero también de los ginecologos que no se atreven a enfrentarlo. Pero te agradecería que me contaras donde me hubieran aceptado en mi ciudad. Ningún ginecologo, ningún hospital de mi provincia aceptaba un pvd2c.
Estoy segura que hay muchos profesionales que intentan cambiar las cosas desde dentro. Las cosas están cambiando, pero a un ritmo inaceptable, nosotras solo tenemos 42 semanas.
Nuria