Ay, Anabel... sabes, te he visto comentar mucho en este blog, y habiendo leído fragmentos de tu historia y leyéndote ahora hablando de tu felicidad y optimismo en el embarazo, en especial leyendo esta frase "Un día fui al hospital a dar a luz, si iba muy feliz, pagué muy caro tanta felicidad", me ha subido una angustia terrible, terrible. Lamento sinceramente lo que tuviste que pasar. Y por cierto, no fue culpa tuya por no informarte, malas prácticas así no deberían pasar nunca, y atropellos semejantes a la dignidad humana, jamás.
Cariños.