Llego a casa, despues de dejar en el tren a las pucelanas, y como siempre, me sabe a poco, a pesar de haber estado más de seis horas monotemando.
En Madrid, en una cafetería maravillosa, nos hemos juntado una docena de madres, padres, niños, bebés.
Me encanta escuchar, siempre aprendo mucho, siempre me reconozco en muchas de las cosas que contamos.
Mujeres con fuerza, con sabiduría, padres que escuchan y comparten, deseos de conseguir un parto vaginal despues de cesareas, ganas de compartirlo quien ya lo ha conseguido, humildad, emoción, sinceridad, todos nos entendemos a la primera, sobran los matices, aunque me encanta que existan.
Gracias a todas por venir, por ser, por contar, por creer que un parto vaginal después de cesárea es posible, por recordárnoslo cada día, por desearlo, por soñarlo.