Ojalá aprovecharán esta situación para revisar los protocolos de actuación en paritorio. Desde luego no hace falta inyectar nada a un recién nacido nada más nacer, la vitamina K se puede administrar de forma oral (como lo están haciendo en otros países) y la vacuna de la hepatitis B que dan en algunas comunidades (no en todas, ojo!) nada más nacer el bebé tampoco es algo urgente, así que se puede retrasar su administración para el día siguiente, por ejemplo. Quitando eso del protocolo ya está claro que al bebé no se da ningún pinchazo, así se evitará cualquier confusión.
Desde luego este trágico suceso ayudará a que los profesionales revisen sus maneras de actuar. No se puede inyectar ningún tipo de medicación a un bebé sin el expreso consentimiento previo de sus padres. Yo todavía me acuerdo cuando me entregaron a mi primer hijo con la cartilla de vacunación rellena. Me enfadé mucho, ya que no me informaron, ni me pidieron consentimiento antes de la intervención, me pareció una falta de respeto importante. Si, es una intervención, por muy pequeña que parezca. Ya hemos visto lo que puede pasar.
Espero que estos padres han estado con su hija cuando moría, que la hayan podido sostener en brazos y despedirse.