Empecé a leer y me dije... una historia como la mía y la de tantas otras. Podría haberla escrito yo. Pero esto no es "presión", son "opiniones bienintencionadas" de, en mi caso, el farmacéutico, varias amigas sin hijos, mi familia más cercana y más lejana, una vecina, gente del parque, mi médico de cabecera (en el quinto mes de lactancia, en mi vuelta al trabajo me "diagonosticó" un "ya te estás quedando sin leche"... ), mi ex-jefa, el enfermero de pediatría (porque ya sabemos todos que la leche se convierte en agua a no sé qué mes (¿¿¿¿y nadie ha patentado aún el milagro????...) y podría seguir. Así que brindo hoy por mis nueve años de lactancia ininterrumpida (entre mis dos niños). Y por las madres que resisten... ¡cuantas veces me callé y lloré por no contestar ese "porque me da la gana"! Y aún hoy, por educación, me callo ante comentarios despectivos por no caer a la misma altura... Pero esto no es noticia: no soy postfeminista, ni voy a publicar un libro, así que ningún periodicucho le interesaría escribir sobre estas presiones que hemos recibido... Un saludo