Subir a una mujer de parto a un potro, los pies en los estribos y postura inmovilizada con los tobillos atados = VIOLENCIA OBSTÉTRICA de primera. Sigue habiendo ginesaurios que dicen que "la mujer tiene que estar quietecita para que ellos pueden tener un campo de trabajo en condiciones" y "si lleva epidural mejor que mejor, ya que puedes trabajar con más comodidad, ya que ella no se entera y así tampoco le tienes que pedir consentimiento para las intervenciones que vayas haciendo" (apretar la tripa, cortarle la vagina, meter las manos e ir manipulando el bebé, etc.). es penoso.
¿Porqué las mujeres seguimos dejando que nos hagan eso?
pero el mensaje en la superficie queda fenomenal: menuda campaña de publicidad se han montado estos días algunos ginecólogos. ojalá hablarán así el resto del año...