Vaya exhibición de misoginia, qué basura de sensacionalismo periodístico. Los salvapatrias de los ginecólogos impiden que las irracionales e interesadas embarazadas acudan en hordas a poner en peligro a las próximas generaciones de españoles.
Consejos venden, para ellos no tienen. Los que arriesgan la salud de madres e hijos son ELLOS cuando les conviene que demos a luz según sus peregrinos criterios, que la mayoría de las veces están lejos de los de la SEGO. Y al parecer conocen las consecuencias.
Las imágenes son orwellianas, tristes de verdad.