No solo la oxitocina, para evitar que te quejes, te inyectan drogas que no impiden el dolor pero ellos pueden seguir leyendo el periodico tranquilamente.
La tortura a la que me sometieron, no la olvidaré nunca.
Me resulta tan inmoral el paralizar a una madre para evitar que moleste que me he cuestionado la legalidad de esa droga o si se trataba de experimentar conmigo y con mi hija.
Todavia estoy esperando que alguien del hospital me explique los efectos de las drogas que me metieron en mi hija, a corto y largo plazo.
Eso sí, luego el jefe del servicio de ginecologia del Hospital de Cabueñes hace declaraciones del tipo "los paritorios parecen monasterios", lo que parecen son salas de tortura de la época medieval, eso sí en lugar de utilizar grilletes y mordazas, utilizan drogas muy modernas.