Para Marina y Angela:
Pero es que en este articulo no se está generalizando... Es un caso concreto, de una mujer concreta, que pasó por una experiencia traumática por culpa de unos profesionales nada respetuosos. Y por desgracia, es una práctica suficientemente generalizada como para que otras madres puedan sentirse identificadas.
El punto positivo es que, como dice el articulo, cada vez hay más profesionales concienciados que explican cada intervención y piden permiso antes de realizar maniobras molestas o dolorosas, y que basándose en la evidencia científica, sólo usan esas maniobras cuando son realmente necesarias.
Qué pena que no sean así todos ¿verdad? Porque cuando no "te toca" el profesional respetuoso lo que sientes es eso, una violación de tu cuerpo.