Yo, Paloma, con 30 años, tenía mi plan de parto, pero por miedo a que se rieran de ello, decidí esperar para ir al hospital (lo hubiera tenido en cualquier sitio, en casa, agarrá a un olivo, pero la familia... el entorno, ya se sabe). Con tal de que no interfirieran con ese protocolo aberrante MI PARTO.
Llegué completamente dilatada y ganas de empujar increíbles, a paritorio directa, y nada más echarme semirecostada en la camilla dije: 'No me hagáis episiotomía' (era ya lo único que les podia dar tiempo a hacerme. Ambas se miraron y se sonrieron, 'ya veremos'.
Y yo dije, 'bueno, como veáis'.
El caso es que creo que el decírselo lo evitó, o al menos me respetaron. Tuve en pequeño desgarro, ni me enteré, dos puntos de nada y dados con cariño, con un poquito de anestesia, no como otros casos en los que ni siquiera se la ponen para no sentirlos.
¡Más casas de parto!
Córdoba.