Uy, creo que no has entendido nada, si crees que todo puede reducirse y resumirse en la absurda idea de que, el bebé puede sustituir a un pene en el proceso de parto.
La masturbación es un mecanismo personal para autoproducirse placer. Evidentemente es un estado de ánimo, es un montón de química, es un estado personal, es una forma de quererse a uno mismo, es una muestra de desinhibición, puede ser una necesidad fisiológica, e incluso un deseo muy natural en un momento como el parto (si te dejas escuchar y estás dispuesto a dejarte llevar)...La masturbación es muchas cosas, y muy o bastante complejas, que indudablemente pueden colaborar a tener un trabajo de parto más relajado y, por qué no, menos doloroso. No lo pongo en duda, y menos cuando no lo he experimentado.
Yo he dejado de ver la sexualidad como una cuestión de pudor, y de represión, es decir, como una herramienta de control; para pasar a verlo como una manera asombrosamente inexplicable de elevarnos a un estado de contacto con nuestra esencia, con nuestra naturaleza muy superior a las circunstancias terrenales habituales. Y me da igual estar en pleno acto con mi pareja, conmigo misma, o leer que una mujer se dejó llevar en su proceso de parto y le fue de maravilla.
A mi estas teorías me parecen maravillosas, lejos de presentarse como peligrosas, y en cualquier caso, no creo que nadie experimente con nadie sin su consentimiento. Y en caso de que lo hicieran, no sería ni peor ni mejor que hacer episiotomías sin consentimiento, sería igual de malo. Creo que en el texto la chica deja bien claro cómo fue su caso.
Yo entiendo la relación parto=sexo, desde el mismo momento que son los mismo órganos, las mismas moléculas, y los mismo deseos los que mueven mi cuerpo en una relación sexual, y que en un parto.
Para mi el aislamiento terrenal no está discutido con la masturbación, es más, si lo analizas bien, van de la mano y en la misma dirección.
Por otro lado diré que comprendo a mujeres que no han sentido esta necesidad, o que sintiéndola no se han tomado esta libertad en su parto; pero no entiendo un prejuicio entorno a este tema, y menos una calificación de peligroso.
Claro que no somos una vagina abriéndose, pero precisamente, por eso mismo, a mi modo de ver esta información eleva el tema de parto a otra dimensión...A un plano desconocido y tremendamente fascinante, gracias.
Un saludo,
Adri