No se trata de un asunto de opinión, sino de buenas prácticas médicas y de ética profesional. Que en este caso, fallan estrepitosamente. Este señor reacciona negando sus fallos y atacando a las mujeres. No es la primera vez que la medicina causa desastres terribles en la salud materno-infantil por ignorancia:
- Ignacio Semmelweis demostró que eran los propios médicos los que mataban parturientas sin saberlo, porque no se lavaban las manos: http://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Felipe_Semmelweis
- Todos conocemos el caso de la talidomida, recetada por médicos para controlar las náuseas del embarazo. Aseguraban que no era lesivo para el bebé: http://es.wikipedia.org/wiki/Talidomida
- Los rayos X se les hacían a las embarazadas para las pelvimetrías, especialmente las que tenían gemelos, y varias décadas después se demostró que el exceso de radiación tenía consecuencias gravísimas: http://es.wikipedia.org/wiki/Rayos_X#Riesgos_para_la_salud
Yo le recomendaría a este señor una temporadita con Michel Odent, Marsden Wagner, Gro Nylander, Emilio Santos, Carlos Burgo y otros tantos profesionales de la medicina que sí saben asistir un parto debidamente y respetan a las mujeres. Tengo personal médico en la familia y todos se quejan, sin excepción, de que reciben una formación centrada en la patología y muy poca en fisiología. Eso explica por qué muchos médicos y algunas comadronas no saben reconocer los signos de un parto normal, ni asistirlo, sino que para ellos todos los partos son peligrosos, anormales y patológicos. Es un defecto de formación de los profesionales. Si se corrige este defecto, se corrige el problema, pero hace falta humildad y saber que algo se está haciendo mal. Por desgracia, muy pocos profesionales están dispuestos a asumir esa responsabilidad. Y para muestra, la carta de este señor.