Estoy segura de que si en general tuviéramos más diálogo con nuestros médicos, mejor iría todo. Pero como no hay tiempo, como el tiempo es oro, es mucho más fácil poner la crucecita donde corresponda en los volantes de las analíticas. Si habláramos más con nuestros médicos nos ahorraríamos muchas "exploraciones complementarias", muchas medicaciones innecesarias y la aplicaciones de numerosos protocolos que están ahí puestos intentando sustituir una buena conversación. Y entre su actitud de semidioses y la nuestra de "sí bwana" no hacemos mucho por mejorar esto.
Así que hablemos, planteemos todas las dudas y no nos dejemos hacer lo que no nos parezca oportuno. Si no nos lo parece probablemente es por falta de explicaciones. Ese es el alma de "consentimiento informado".