Prefiero vomitar una y mil veces antes de que pueda tener alguna cosa, por remota que sea, y que mi bebé sufra las consecuencias.
Es tomarse un líquido que está muy malo, aguantarse las náuseas (como haces todo el embarazo) y no es más. Yo soy de las que prefiero que me hagan todas las pruebas que puedan aunque sean molestas, y me aseguren dentro de lo posible que todo está bien.
Este test no supone riesgo para él ni para mí, sólo un mal rato. Creo que sería muy egoísta por mi parte el negarme a hacerlo sólo porque es que el jarabe está malo y me da vómitos.
Dicho esto, también hay que respetar a quien elija no hacérsela por los criterios que considere oportunos, igual que la que no quiera ir a las ecografías o negarse a cualquier otra prueba. Es una herramienta que la sanidad española brinda para que tanto nosotras como nuestros bebés estemos mejor cuidados. Si no se quiere tomar esta herramienta me parece que debería ser respetado.