Debido a mi inquietud acerca de los temas del embarazo, parto y crianza, casi siempre que hay nacimientos en mi entorno, suelo preguntar a la madre que qué tal se encuentra, qué tal fue el parto, cómo se siente...
He llegado a escuchar a familiares decir que no pregunte tanto, que sobre el parto es algo sobre lo que jamás habría que hablar, que son cosas íntimas, que no le incumbe a nadie si ha sido por cesárea, con o sin episiotomía...
Mi respuesta es continuar haciéndolo de la misma manera, solo que cada vez con más información, lo que me permite entender más todo este mundo...
A mi todo esto siempre me ha parecido como el dicho, "ojos que no ven, corazón que no siente", pues esto igual "orejas que no escuchan, corazón que no siente"; la verdad es que parece que haya una intención general, o una tendencia manifiesta a enterrar y borrar todo vestigio sobre lo que el parto es, representa y trasciende...
No es de extrañar por tanto que no exista una atención psicológica al parto traumático más evidente, dado que para las sociedades en las que nos desenvolvemos, este hecho real, verídico y contrastable, parece, sencillamente, no acontecer.
Un saludo,
Adri