Hace poco que descubrí Apoyocesáreas. Lo conocía por haber entrado en la web de El Parto Es Nuestro, por el libro de Ibone... pero pensaba que tenía más que superada mi cesárea y que no lo necesitaba.
Qué equivocada estaba. Al acercarse el final de mi segundo embarazo me entró auténtico terror de revivir la pesadilla anterior. Perdida, sin apoyo, con la "amenaza" de una segunda cesárea finalmente me decidí a entrar en este refugio, y sólo lamento el no haberlo hecho antes.
Aquí me siento comprendida, apoyada, he aprendido de las historias de auténticas superwomen, de las de carne y hueso.
Ahora sí puedo encarar mi PVDC (acabe como acabe), con motivación, ilusión y confianza. Y si un día flaqueo, siempre hay alguien al otro lado para sostenerme hasta que vuelvo a ir por mi pie.
Gracias, gracias, gracias, de todo corazón.