Demuestra usted mucho respeto por las mujeres, por sus sentimientos y por sus vivencias. Hombres como usted, que manden a las mujeres a cocinar en vez de opinar sobre lo que les compete, su vida y la de sus hijos, es lo que nos hace falta en la medicina y en la sociedad en general.
Tal vez quien debería dedicarse a otra cosa es usted.