He topado con esta página buscando algo en internet y me he quedado a leer. No he visto cosa más dramática en mi vida. No sé si quien quiera que ha escrito este “artículo” ha pasado o no por una cesárea o no...en cualquier caso, me suena a chino lo que leo... Por problemas de salud míos, no de mis hijos, que vinieron estupendamente colocados, se me han practicado dos cesáreas, además de otras operaciones. Desde la experiencia te digo que no tiene nada que ver con lo que leo. Es una operación quirúrgica, y como tal, solo hay que recurrir a ella ando verdaderamente se necesita, como en mi caso, gracias a las cesáreas, mis hijos y yo estamos bien. No he sentido ninguna pena ni dolor ni muchísimo menos vergüenza...vergüenza es escribir esto y poder dormir después...una madre no es más madre por cómo pare, de hecho hay madrazas que ni siquiera paren, mucho más madres que otras que paren sin epidural y aguantando el tirón! Yo sentí un enorme orgullo de haberme enfrentado a aquello para dar vida a lo que más quiero en el mundo! Ni pena, ni vergüenza. Respecto al bebé que te necesita...parece que hablas de un bebé rinoceronte de 160 kilos de peso...mis hijos pesaron algo más de 3 kilos y pude perfectamente con los dos para darles el pecho, cogerles, tenerles conmigo desde el primer momento.
Jamás escribo en ningún sitio, pero me ha parecido un horror lo que he leído, no por mí, que yo ha he pasado por ello, si no por si acaso alguna mamá que debe someterse a una cesárea le da por pasar por aquí, así trato de evitarle una depresión, que por cierto, no tuve ninguna después de mis pedazo de cesáreas, y aquí me tienes, feliz y criando a mis hijos con todo el orgullo Que me cabe en el cuerpo.