A mí este texto siempre me hace mucha gracia, creo que es verdad que el parto normal es algo para lo que no hay que prepararse ni sacarse un máster; la pena es que tenemos que hacerlo para "desaprender" toda la tontería que nos meten en la cabeza desde bien pequeñitas: parir tumbadas, un dolor insufrible, cables por todas partes, camisones verdes (con los Pretty Pushers tan monos que hay, jajajaja), sangre a go-gó...
Y, claro, ahora que muchas pedimos "normalidad" en nuestros partos, los hospitales nos sacan protocolos "cientificos humanizados" que son, creo yo, lo que este texto denuncia: tecnificar lo fisiológico con disimulo.