A mi me ha pasado lo mismo, empezó a crecer en mí una necesidad fuerte de información acerca de toda esta función y misión, que la naturaleza nos ha encomendado. De esto hace 3 años, pero siempre he tenido una inquietud muy fuerte por estos temas, desde pequeñita.
Siendo consciente de que, tener hijos, todavía no formaba parte de mis planes vitales inmediatos, e intuyendo que "hay un vacío", en estos temas en nuestra sociedad; (cómo se observa el embarazo, cómo se lleva a cabo la crianza, cómo se pare...)fue como empecé este camino personal de recopilación de información, lectura y análisis.
Todavía no dejo de sorprenderme con cosas nuevas que leo, o sobre las que procuro investigar más, profundizar. Esa capacidad de sorpresa que descubro en mi, es una fuente que alimenta mi curiosidad, el interés por saber más, por relacionarlo con más temas, por "cuadrar poco a poco las piezas del puzzle". Y sobre todo por darlo a conocer a los demás.
Hace años ya se decía que la información es PODER, pero uno no llega a saber, hasta qué punto esto es TRASCENDENTE, hasta que empieza a manejar información que circula en pequeñas dosis entre minorías.
Debemos querer saber más, conocer más.
Algunos tenemos la FORTUNA inmensa, de nacer con ello.
Simplemente es cuestión de escucharlo y llevarlo a cabo.
Es así, Mireya, como lo describes. Es exactamente eso: una sensación de necesidad.
Yo siempre me había "reprimido" esa sensación maternal, afectiva, sensible hacia niños y otras embarazadas, que siempre he sentido con mucha fuerza en mi interior. Hasta que una lectura reveladora, Casilda Rodrigáñez, me invitó a dejar aflorar la mujer que llevo dentro. A sentir ese poder que habita en nosotras como algo muy especial, a sentirme parte de una comunidad muy famosa, la de mujeres, pero con otra visión, de una manera muy distinta. Teniendo la impresión como de haber llegado a tocar el meollo de la cuestión.
Ahora me siento mucho más cerca de mi esencia, mucho mejor conmigo misma.
Un saludo,
Adri