Yo no le veo ninguna gracia, desgraciadamente esa es la realidad que sufren las mujeres embarazadas.
Ves como se divierten a tu alrededor, ves como te consideran un mueble, ellos montan su propio escenario en el que parece se divierten mucho y donde sus necesidades son prioritarias, no necesitan titeres, los titeres somos nosotras.
Cuando se baja el telón ellos se marchan muy felices a sus casas, nosotras convertidas en muñecas rotas, no conseguimos marcharnos nunca.