Genial reflexión. Así es, ahora resulta que todas estamos malcriando a nuestras parejas, a nuestros maridos. ¡Ojo NO nos los quiten desde la autoridad competente!
¡Por favor, abran la mente!
Gracias por la entrada y por el puntito de humor puesto en ella. Ahora, en estos momentos y frente el drama de Habiba, esbozar una sonrisa es gratificante.