Desde luego, tiene muy poco sentido empeñarse en que los bebés y los niños pequeños, que necesitan despertarse a menudo, duerman en la otra punta de la casa. Es un sistema que no beneficia a nadie, todo el mundo duerme peor, el bebé y los padres. Como tú bien dices, si dormir acompañados fuera un vicio de "malcriados", no habría camas de matrimonio. Y por si a alguien no le convencen las razones afectivas, ahí van un montón de razones prácticas: http://www.biobe.es/blog/6-gastos-y-molestias-que-te-ahorras-si-duermes-con-tu-bebe/ ¡Es puro sentido común!