Lo admito, soy un marido malcriado. Además, estamos ahorrando para comprar un futon (y unos tatamis a juego) de 2 x 2 para practicar el colecho con (espero) nuestros futuros y múltiples hijos. No creo que gestionar la privacidad sea complicado y, aun que es factible que algún día nos pillen "en plena faena" (casi lo doy por hecho, creo que no conozco a nadie que no haya pillado a sus padres o lo haya sido por sus hijos), pues que aprendan como funciona la vida, ¡ que estamos en el siglo XXI pardiez !