Con todo el respeto del mundo ante tu postura y opinión, no entiendo que las madres que optan por dar biberón digan que su opción es también natural...Respetable es, muchísimo, del todo vamos, al 100%. Pero natural, perdonadme que me reitere una vez más: NO.
Respecto a entender el biberón como una evolución del hombre difiero mucho: que los niños mamen de un biberón es más una INVOLUCIÓN que una evolución. Desde el punto de vista de la sostenibilidad y la salud humana: despreciando los recursos innecesarios invertidos en general toneladas de leche de fórmula para amamantar a niños, cuyas madres tienen la función cohartada o atrofiada en su organismo; todavía nos falta por considerar la inferioridad del hombre ante la naturaleza. No somos más listos, no hacemos las cosas mejor, lo que ocurre es que pensamos eso durante un periodo de tiempo tras el descibrimiento o el supuesto avance, pero con el tiempo nos damos cuenta de que no eran tan deseables los efectos del descubrimiento.
Desde el punto de vista del progreso: no hay máquina mejor diseñada para criar a un niño que el cuerpo de su madre, desde los pechos, hasta las reservas que ha acumulado durante el embarazo (si no se las han liposuccionado tras la cesárea claro).
La figura paterna tiene sus cometidos durante el periodo de crianza, pero no son precisamente alimentar a la cría o calmarla. Según Nils Bergman, desde el nacimiento hasta el año y medio de vida de la cría, el bebé sólo diferencia entre su madre y los otros. Incluyendo a su padre en los otros. Esto no implica que el padre no sea un vértice familiar imprescincible, que puede jugar, cuidarlo y quererlo tanto o más que la madre.
Es posible que muchas madres reclamen más implicación en el proceso de crianza de los hijos, pero eso puede reflejarse en las tareas de la casa, mantenimiento económico de la familia o entender, asumir y apoyar exactamente el modelo de crianza familiar. Todo esto no tiene nada que ver con que la madre trabaje y el padre críe el bebé. Aunque se trata de un hecho que se empieza a producir con asiduidad, no es lo desable desde las conclusiones de estudios de neuropediatría de los últimos años.
NO me cabe duda de que cualquier padre o madre desea lo mejor para sus hijos, y que cuando decide por una u otra opción, es lo que piensa que está ofreciendo a su prole. Pero la realidad es mucho más dura que eso, y ateniéndonos a los últimos estudios, el óptimo es un modelo, y lo que se salga de ahí...
Ya nos la metieron doblada la última vez que salió al candelero social la igualdad entre hombres y mujeres, ¿sabes cómo acabó el cuento? Introduciendo a la mujer en el mercado laboral sin respetar su naturaleza de mujer, equiparándola a un hombre.
NO dejemos que ahora nos la vuelvan a colar. Contra lo anterior poco pude hacer, no había nacido tan siquiera. Pero no dejemos que este supuesto feminismo destructivo para la mujer, acabe con su maternidad.
Un saludo,
Adriana