Un testimonio de Viena, muy interesante... Creo que en España ha debido de entrar al quirófano en la cesárea de sus hijas el príncipe y poco más.
Ya sabiendo que no es cuestión de desinfección del quirófano (deberían ser desinfectados de arriba abajo tras cada operación) ni de que nuestra propia pareja nos vaya a contagiar nada (nuestro sistema inmunitario está más acostumbrado a sus microbios que a los del personal sanitario), me parece más lógica la explicación de que no pueden "trabajar" a sus anchas.
Y así seguirá la cuestión mientras lo que importe en este país sea sólo el punto de vista del caciquillo sanitario de turno y no los derechos del que nace, de la que pare y del padre de la criatura.