Irene (unverified)
4 Jul 2011
Pues a pesar de todos estos obstáculos, o de casi todos, se puede amamantar. Se puede si crees en ello, si crees que puedes, porque es lo más normal del mundo. A pesar de antibiótico-epidural-cesárea-separación, yo pude. A pesar de que las enfermeras se empeñaban en dar biberón, tuve que insistir muchísimo (cada 3 horas como un reloj tenía que insistir) en que NO quería biberones, y si mi hijo perdía más peso del previsto, hablaría con el pediatra del tema. No hizo falta. Claro, era la rara de mi planta... ¡pobre bebé, se muere de hambre, no tienes leche! ¡está perdiendo mucho peso por tu culpa! Pues sí señor, tenía 4 gotitas de calostro maravilloso, y un bebé con unas energías tremendas para chupar. La lactancia fue exitosa, sin mastitis, sin problemas, duradera y feliz. En fin, hay que tener muy claro si se quiere o no amamantar, y tirar para adelante, muchas veces pasando por encima de personal sanitario que no ha estudiado ni media hora de lactancia y que su ayuda consiste en "deja que me lo lleve para que descanses" y "le he dado un biberón porque tenía hambre".