Cómo ser una MADRE, con mayúsculas y sin remilgos, es lo que rezumas. Aunque evidentemente el hecho de despedir a tu querido bebé no se compensa con nada, merecías que el parto siguiente y los que pudieran venir, fuesen vuestros. Si sólo lo podías conseguir en casa, bienvenido sea.
Felicidades a todos.