Me niego como tú María, no diremos jamás que si el sistema es así y tendré que someterme a él, hay capacidad de cambio, luego hay posibilidad de él.
Se trata de no rendirse, se trata de no dejar de luchar, la única batalla perdida es la que se abandona. Y esta causa es tan fuerte, tan real y tan buena, que no podemos dejar de intentarlo, ahora que hemos empezado a andar el camino juntos, conectados, comunicados y convencidos.
Un saludo,
Adri