El problema no es lo que cuenten, siempre habrá estafador@s, la cuestión es que les creen, necesitamos en ese momento creerles porque pensamos que el parto es lo más peligroso que hay y ellos tienen las mallas azules debajo de la bata, con una S en el pecho y los calzoncillos rojos por fuera.
Difícil superar aquella frase mítica de "somos vaginalistas", es a lo que aspira todo ginesaurio al que han llamado la atención por rajar barrigas de embarazadas a ritmo de rock&roll.