Pues a mi también me reprendieron en un museo en Amsterdam por dar de mamar a mi hijo que en aquel entonces tenía 3 años. Me dieron a entender que los demás visitantes no tenían porque presenciar "eso". Yo traté de explicarle que le estaba dando de comer, pero, entre que no nos entendíamos y mi indignación, decidimos marcharnos y dejarlo estar porque estaba en una ciudad desconocido (ciudad que pensaba que en estos aspectos era muy abierta). Así que nos fuimos renegando de ellos y de su museo, que por cierto, no era nada del otro mundo ;)