Gracias por este post!! IMPRESCINDIBLE!.
Mi primer hijo y yo sufrimos la maniobra de Kristeller en un parto que me disfrazaron de respetado y me engañaron: tras pincharme oxitocina, el bebé sufrió taquicárdias y sufrimiento fetal (efecto secundario de la oxitocina sintética, de libro!). Consecuencias: Epidural, amenaza de cesarea, no sentir NADA ni con las contracciones ni en el expulsivo, por lo que no sabía ni podía (en el potro) empujar como mi bebé necesitaba.
Dado que el bebé "se resistía" y yo no "sabía" empujar por la epidural, el ginecólogo empezó a amenazarme: "si en la próxima contracción no sale, esto es una cesarea o traigo los forceps"... " a la tercera vez que dijo, "en la próxima traigo los forceps" y lo decía de verdad, yo ya estaba en pánico total en mi mente. Para ¡ayudarme! la matrona que hasta entonces había sido "relativamente" gentil y aprovechando la contracción que ella podía ver en monitores, se subió en mi vientre y con el codo y su cuerpo presionó para hacer salir a mi bebé mientras yo empujaba con todas mis fuerzas.
El enorme y negro hematoma que me dejaron (he jugado al rugby femenino durante más de 10 años, sé lo que son los hematomas) lo "curaron" con arnica... ilusa de mi me decía que "mira, usan homeopatía..." aún hoy después de casi 5 años tengo dolores en el útero en algunas relaciones sexuales con mi pareja y durante bastante tiempo tuve dolores que yo relacionaba con el parto, pero "naturales". No tienen nada de naturales.
Lo más duro es que mi pareja, que estuvo conmigo en todo momento, no lo recuerda igual que yo. El pobre se esforzó por buscar una clínica "respetuosa" y yo como primeriza no me imaginaba tanto despropósito junto. Èl casi lo recuerda de manera "natural", salvo por algunos detalles, como he dicho al principio, nos lo disfrazaron, y él se lo creyó. Yo sí recuerdo con todo detalle cada doloroso instante y cada sentimiento no sólo de impotencia, si no de miedo por mi bebé eso era lo peor de todo la incertidumbre por mi bebé, y lloré, lloré mucho durante la dilatación.
Juegan diciéndote que eres tú quien pone en peligro la vida de tu bebé, cuando han sido ellos con sus protocolos e intervencionismo quienes nos han puesto en peligro a ambos.
Una vez más gracias EPEN!!
Un abrazo,
Mercedes