Pero, como siempre, no nos explican nada y nosotras somos quienes sufrimos las consecuencias. Por favor, a modo de ejercicio rápido, que levanten la mano todas aquellas mujeres a quienes les hayan pedido permiso para hacerle un Kristeller ("¿te importa si me subo en tu tripa un momento aun a riesgo de jorobarte las costillas y quizá lesionar a tu bebé, para intentar que salga más rápido porque tengo muchas ganas de -póngase aquí lo que más le guste a la parturienta- fumarme un cigarrito / irme al cine que tengo entradas / meterme en el féisbuc a ver si me han mandado un privado?").
Eh... ¿Ninguna? Ya. ¿Y por qué no me sorprende?