En mi primer parto me hicieron una kristeller "por mi culpa"; yo no sabía nada de partos naturales, en las clases preparto nos dijeron que pidiéramos la epi enseguida, que si no nos íbamos a morir de dolor, y en aquellos tiempos no había tanta información como ahora, ni en internet ni en la biblioteca. Así que me pusieron la epi en cuanto se pudo, y no fue bien: seguía notando dolor en algunas partes del cuerpo, mientras que otras estaban totalmente dormidas. Me tuvieron que "ayudar" con la kristeller, de no haber sido así, me habrían tenido que hacer cesárea, así que no me voy a quejar. En mi segundo parto, después de 24 horas con contracciones muy seguidas, sólo había dilatado hasta 6, y no iba a más, no aguanté y pedí la epi; pero me pusieron muy poca o no sé cómo lo hicieron, que me fue muy bien. Seguía notando algo de dolor, y también notaba las contracciones y podía empujar. En un momento dado una enfermera o lo que fuera se me subió encima, sin avisar, sólo porque se lo había dicho el médico, sin contar conmigo, que ya estaba empujando, y le dije que me dejara en paz. Ella me respondió que se lo había dicho el médico y que lo hacía por ayudarme, y le contesté alguna bordería, no me acuerdo qué, y además le quité el brazo de mi barriga. El médico le pidió que no lo hiciera más, y el bebé salió sin problemas a los pocos minutos. Sea lo que sea lo que nos hagan, tanto si es necesario como si no, considero imprescindible no sólo que nos informen, sinó que nos pidan permiso.