Hola Adriana, tienes razón en todo. Y supongo que me he expresado con poca claridad.
Soy la primera que he nobrado la maniobra de Kristeller para evitar la instrumentación del parto, no intentando defender, sólo explicar lo dificil que es decidir en ese momento crucial lo mejor para ese niño y esa madre. Y no caigamos en sesgos nadie, Hay practicas rutinarias que pueden distociar un parto, de acuerdo, la postura tradicional, las prácticas para acelerar los partos, etc, pero estamos hablando de algo muy serio y no te quepa duda que los daños cerebrales son causados por la no intervención en un momento crucial, y no por el exceso de intervención. Un daño cerebral es provocado por una falta de oxígeno prolongada en un momento del parto e incluso previo al parto (en ese caso inevitable) y en ese momento lo único que evitará daños mayores es intervenir, y no dejar que la naturaleza siga su curso tranquilamente. En cualquier caso es muy presuntuoso y grave, para cualquiera de nosotras, decir que la ha causado una intervención concreta o una no intervención, porque normalmente es por un cúmulo de situaciones que nunca se saben en que medida se podían haber evitado o no. No caigamos en lo fácil, por favor, que también es injusto.
Salvando esto, creo que me has malinterpretado porque yo estoy totalmente de acuerdo contigo en todo, soy consciente de que el tipo de asistencia sanitaria que estamos viviendo es fruto de lo que un día se consideró avance y hoy es obsoleto, y afortunadamente estamos cambiado. Yo personalmente trabajo como tú pides, porque mi hospital lo permite, y después de responder todas esas preguntas fuimos avanzando hacia una asistencia más "humanizada", más "a la carta", y luchamos, investigamos, publicamos, para que esta sea la práctica habitual en todos los hospitales.
Yo, con todo esto, solo pido una oportunidad, el beneficio de la duda a los profesionales sanitarios, por favor, vamos caminando, vamos avanzando, y sobre todo, sobre todo, nos esforzamos en mejorar, y si vosotras no lo creéis, os aseguro que no sirve para nada, porque nunca confiaréis en nosotros.
Un saludo