Pues, Susana, si es eso lo que ha querido dar a entender, o como poco es una de las interpretaciones que se derivan de esa afirmación...Mal vamos y peor me lo pones.
La violencia, en cualquiera de sus formas, no está justificada bajo ningún concepto.
En algunas de las notas de prensa en las que se pueden ver las reacciones contra las viñetas de la SEGO, los comentarios son de pena.
Vivimos en un país de pandereta con un retraso de valores mucho más importante del que la Unión Europea pueda imaginar. Así que la calificación de deuda seguirá a la baja, porque la economía va estrechamente unida a la ética de un país.
He llegado a leer que las mujeres que nos quejamos por estas viñetas, somos unas histéricas obsesionadas con la teoría conspiranoica sionista... En fin, hemos llegado a un punto en la historia en la que hay que aclarar los puntos, y hacer revisión de contenidos, o cualquier discurso se puede volver tremendamente complejo y surrealista.
No solo si ladran cabalgamos, estamos tocando hueso, por el motivo que sea. Porque parece que todo esto molesta y mucho. Creo que pretender introducir al feminismo más radical en ésto es tan absurdo como contraproducente, en sí mismo: el feminismo radical a lo largo de la historia se ha encargado de promulgar y defender una serie de presupuestos de partida, en pro de la igualdad hombre-mujer, que distan mucho y chocan frontalmente con algunas de las reivindicaciones actuales sobre respeto a embarazo, parto, crianza y maternidad. Así que no creo que muchas feministas radicales estuvieran tan de acuerdo con algunas de las ideas que parten de asociaciones como ésta, sinceramente.
En cuaquier caso, es lo que comentas, todo queda en meros intentos de desprestigio.
Seguiremos usando la palabra como herramienta, y procuraremos seguir del lado de la con-ciencia.
Un saludo a todas,
Adri