Voy a aprovechar para hacer una crítica constructiva al banco de leche del 12 de octubre. Si no han cambiado las cosas, las madres donantes debían ser las que iban al hospital por sus propios medios a llevar la leche cada semana. Este es el único motivo por el que no me he hecho donante en mis dos lactancias, porque me resulta muy complicado ir hasta allí, y encima mantener la cadena del frío. ¿No es posible que se haga como en otros bancos y un mensajero del propio hospital, o a través de servicios como Seur Frío, recoja la leche en las casas de las donantes? Creo que esto haría aumentar las donaciones de manera espectacular.