¡Preciosas! Esas pancitas que lucís tienen más oportunidades de respeto y atención humana gracias a que sois mamás conscientes, informadas y reactivas ante la barbarie.
A nivel colectivo las cosas comienzan a cambiar y el cambio viene impulsado por vosotras, las que habéis partido la pana, rehaciendo el dolor en amor al parto respetado, a los frutos de nuestros vientres y a las que los llevamos.
Gracias.