Me alegra sobremanera leer esta entrada en este sitio. Es una entrada complementaria preciosa. No sólo se cambia el paradigma entero del nacimiento en un país del mundo, sino que se acompaña de todos los ingredientes necesarios que justifican una coherencia completa en el discurso.
Y es que es inevitable, una vez que se ha removido todo el tema del nacimiento, seguir con el tema inmediatamente después del nacimiento...Evidentemente lo único que necesita un bebé para asegurar su calidad de supervivencia, es a sus progenitores...
Hace dos años, cuando empecé a leer y comentar en este blog, de la asociación EPEN, ya aconsejaba a las futuras mamás que veía a mi alrededor que lo más sensato no era comprar la cuna más cara último modelo, que con que cumpliera unos requisitos y satisfaciera nuestras intenciones de colecho, seguridad, etc...era suficiente; que era mucho más sensato, en un país como el nuestro, en el que la baja maternal cubre unas irrisorias 16 semanas, innovar al respecto, e invertir esos plus de dinero en aumentar la estancia con nuestro hijo. La gente me miraba con gestos de extrañeza en sus caras.
Todavía no soy madre, pero lo tengo claro. El día que llegue ese momento instruiré a mi familia en lo prescindible de todos los trastos con los que se reboza a un bebé. Si me quieren ayudar, a mi bebé, a mi, a mi pareja, a mi familia, lo mejor que pueden hacer es no perpetuar con sus compras el sistema de consumo salvaje que nos ha traído hasta aquí y que tanto va a costar cambiar. No me gustaría que mi hijo heredase eso precisamente.
En el último nacimiento cercano en mi familia, he realizado un cálculo aproximado del dinero que han recibido los progenitores en regalos materiales...Y es bastante significativo. No se si este caso es representativo de la realidad media española, probablemente no, pero sería interesante un estudio que mostrase la media de dinero en regalos que recibe un bebé al nacer.
Se trata de temas muy personales, y estoy segura que mucha gente no opina como yo, y que prefiere los cacharritos, de acuerdo; pero para todas aquellas madres y padres que desean ese tiempo de calidad, en ese momento tan preciso, que no vuelve, que no pueden permitírselo y que lo cambiarían a gusto por ese montón de regalos ¿por qué no proporcionárselo?. Es tan sencillo como preguntárselo, y si realmente lo desean:
¿Por qué no invertir la cuantía del regalo en aumentar la maltrecha baja maternal de la madre ? ¿Por qué no regalarle a un bebé lo más grande ? El calor de sus padres, el tiempo de su madre ¿acaso hay un regalo mejor?.
Regalar dinero puede parecer algo frío e improcedente, pero si éste es a cambio de tiempo con un bebé...Entonces la cosa cambia...La cosa cambia mucho.
Cuestiones sobre las que reflexionar, tradiciones en las que innovar.
Un saludo,
Adri