No Bertina, no hay incongruencias, hizo lo que hubiesemos hecho cualquiera buscar otra opinión y curiosamente su historia acabó bien gracias a una serie de "problemas" anteriores al parto que la hizo buscar y por suerte encontrar a un buen profesional.
Yo fui a un hospital público y lo siento pero no estoy de acuerdo con quien es mejor o peor en los partos, el mio en un hospital público no se lo deseo a nadie, a las 8 de la mañana paritorios libres que llega el siguiente turno, y si no están ya se encargarán de que estén.
Creo que sabiendo lo que quieres es más facil conseguirlo en la privada que en la pública, sigo cansada de leer como en la pública se siguen negando a recoger planes de partos.
Además desconozco si en la pública los médicos tienen un plus por horas de quirofano (que creo que sí), también he leido casos en la pública donde se hace cesarea porque al médico de turno le apetecia prácticar un poco (de paso imagino que también se mete mas euros en el bolsillo).
Desechemos ya la idea de que los profesional de la pública trabajan porque creen que todo el mundo tiene derecho a la sanidad, trabajan porque les pagan y todas las barbaridades que sufrimos las mujeres en los paritorios de las públicas son porque ellos son más importantes que nosotras.
- sus prácticas.
- sus horarios.
- sus plus
En la pública nos ven más como conejos de indias, y además se sienten más seguros porque el sistema siempre les va a proteger.
Si, en la pública están intentando bajar el número de cesareas, pero sin bajar el uso de la oxitocina, sin bajar la inmovilidad de la madre y subiendo el uso de foceps y ventosas, así consiguen mantener sus tiempos, eso sí incrementando el sufrimiento de la madre y el bebé.
En la privada puedo exponer mis condiciones y ellos aceptarlas o negarlas pero nunca engañarte que es lo que hacen en la pública con frases de "aquí no se necesitan planes de parto, nosotros siempre hacemos los mejor por la madre y el bebé".
Pidamos el respeto a la madre y al bebé por todos los profesionales de la sanidad, sea pública o privada, el sistema debería protegernos del ensañamiento que sufrimos durante nuestros partos y sancionar de forma dura la mala praxis, empezando por aquellos que meten oxitocina en la vena de una mujer según entra en el paritorio y sin haber pedido su consentimiento.