Excelente artículo. Lo que más me gusta es que sea un ginecólogo el autor, a ver si así se enteran los "reacios" de que no somos un puñado de mujeres pidiendo chorradas, sino que nos respalda la evidencia científica...
Es curioso lo de la libertad de movimientos. En mi primer parto, me obligaron a tumbarme sin darme opción; durante el expulsivo, me dieron permiso para echarme de lado (¡qué generosos!), pero nada de levantarme. Terminamos en una innecesárea de libro.
En mi segundo parto, tuve libertad todo el tiempo (las cositas buenas de parir en casa) y ¡sólo me encontraba bien a gatas! También probé a sentarme en la pelota un ratito mientras me sirvió y, qué vueltas da la vida, terminé pariendo a mi segundo hijo echada de lado, pero esta vez mi cuerpo había tenido libertad y tiempo para funcionar, así que no necesitamos intervención alguna...
Lo importante es eso: dejar al cuerpo hacer, dejarse llevar por el momento para encontrar las posturas y el ambiente más adecuados... Y todo fluye.