Yo parí por cesárea programada (presentación de nalgas) y todavía no lo he superado totalmente después de siete años. Fue con anestesia general imprevista y el sufrimiento emocional de estar separada de mi hija, sola y completamente destrozada cuando me desperté de la anestesia no lo olvidaré jamás. Luego fue horrible el dolor físico (la primera ducha encorvada y llorando) y la impotencia de no poder cuidar a mi bebé, las grietas en el pecho y la sensación de fracaso y de culpabilidad. Ahora quiero sanar la herida de mi alma y experimentar un parto natural antes de morir...