Me operaron, por decirlo de alguna forma, cortitos de anestesia. Al principio sentí el corte pero tenía la tripa con una sensación "acorchada". Luego los magreos y sacudones. De vez en cuando se me escapaba un quejido al que nadie echaba cuenta, pero traté de soportarlo todo, pensando que era un rato y que no quería que me durmieran (pensaba que me enseñarían a mi hijo). Al final por el dolor yo creo que terminaron de coserme sólo con el perfusor de nolotil que ya tenía puesto en el brazo. Del posparto mejor ni os cuento y eso que no tuve gases ni estreñimiento porque trataba de moverme pese a sentir un hachazo en mi vientre.
Y todo esto y más ¿era para mirar a mi recién nacido y decirle "mi sacrificio es por ti"? Pues no. Aunque no tenía pruebas en ese momento, si el alma corrupta que me operó innecesariamente hubiese dado la cara en algún momento, le hubiese podido decir "mi sacrificio fue para que te fueras a dormir".
Volvería a pasar por lo mismo por mi hijo, pero nunca más voy a sacrificar mi salud por una estafa tan grande. El parto duele CESÁREA O NO, pero a veces tiene sentido. En la mitad de las cesáreas Y DEMÁS BURRADAS OBSTÉTRICAS de este país no tiene NINGUNO.