Yo he tenido dos cesáreas una de una hija nacida y otra de un hijo no nacido. Debo decir que las intervenciones fueron similares de hecho tengo la apertura de las dos en el mismo sitio, sin embargo la recuperación del parto de mi primera hija fue muy dolorosa y la del segundo parto a pesar del dolor de haber perdido a mi hijo fue mucho más rápida a nivel físico. Creo que el gran dolor que experimentan muchas mujeres con cesárea es por un lado la impotencia de no poder ocuparte de tu hijo en los primeros días después del nacimiento y la presión por parte de la sociedad de que debes recuperarte enseguida, sin embargo cuando sólo te tienes que ocupar de ti posees más recursos para enfrentar el dolor tanto físico como emocional. No obstante y creo que me legitima mi experiencia,hago un llamamiento a todas las futuras madres para que busquen ayuda y sean atendidas a través de un parto natural y que la cesárea sea sólo un recurso último. En las clínicas privadas se abusa mucho de esta práctica, el médico se evita sustos de última hora sobre todo para el niño, sin embargo deja una herida emocional tanto en la madre como en el niño que tendrán que trabajar ambos en el futuro. Es una mutilación del derecho de todas las mujeres y los niños a disfrutar del momento del parto como algo único y que les dará ambos unos recursos físicos, psíquicos y emocionales que otro tipo de parto limita y sesga. Si no hay más remedio está bien, pero no por simple comodidad o desconocimiento. El no tener conciencia de lo que se hace tanto por parte de los médicos como de los padres no evita el tener que asumir las consecuencias de las decisiones tomadas