Yo tuve una cesárea de urgencia por un desprendimiento de placenta. Tenía pánico a una innecesarea, busqué un médico que estuviera de acuerdo con un parto natural y mínimamente intervenido y ocurrió esto. No me quejo, gracias a esta cirugía mi hijo nació vivo y sin secuelas neurológicas. Pero me acuerdo lo mucho que duele, pasaron 2 meses y todavía me sigue doliendo.
Cuando a las 6 hs me autorizaron a levantarme yo solo quería ir a ver a mi bebé a la neo, nació prematuro, requirió reanimación y apenas lo había visto. Hice el esfuerzo porque necesitaba conocerlo pero sentía que me rompía toda y ese dolor agudo y punzante. La silla de ruedas no podía pasar hasta la terapia de neo así que desde la puerta hasta la incubadora no quedó más opción que caminar. Ya de alta cuando mi bebé estaba cerca del mes ibamos a controles muy seguido cada 1 o 2 dias. Recuerdo uno en particular que tuve que pedirle al papá aunque ya estaba trabajando que lo llevara porque el dolor era tan importante que no podía.